En el camino hacia la implementación de un sistema de reconocimiento facial, se inicia por una fase crucial de análisis y planificación. Este proceso implica una cuidadosa identificación de los requisitos específicos del sistema para la generación de un mapa facial y la definición clara de los objetivos de implementación. La elección de la solución de reconocimiento facial adecuada es otra pieza fundamental, donde la prioridad recae en la seguridad, precisión y escalabilidad de la tecnología seleccionada. A medida que avanzamos, se torna esencial la integración en los sistemas o aplicaciones existentes, un proceso que a menudo requiere colaboración y pruebas meticulosas para garantizar el correcto funcionamiento. Con todas estas bases establecidas, finalmente se avanza hacia la fase de implementación en producción, donde el seguimiento y monitoreo constante se convierten en prácticas indispensables para evaluar el rendimiento, seguridad y precisión del sistema.